martes, 19 de abril de 2011

Los rayos de sol atraviesan la ventana, pasando por las cortinas y aterrizando en mi rostro pasivo no estoy dormido pero aun así es molesto. Suena el despertador, que ruidoso sonido, tan estrepitoso que hasta he llegado a pensar que el único motivo de su existencia es interrumpiendo mi tranquilidad y recordándome que de nuevo inicia otro día mas de clases, el solo echo de pensar en eso me pone de malas, no es que odie la escuela,  lo que odio son mis compañeros; son tan fastidiosos por más que me esfuerzo aun no puedo asimilar del todo su presencia ya que asta ase unos meses estudiaba en casa.
Soy zero Lazarus, un joven de 17 años de edad complexión delgada pero fuerte 1:60 de altura, tez pálida, ojos color miel, cabello oscuro, aspecto casi tétrico (opinan algunos) no diré nada de mis sentimentalmente ablando puesto que estos son los primeros en morir, además de que solo sirven para mitigar el tiempo de la presencia del cuerpo en este mundo. No tengo familia cercana, todos han muerto; el hecho nunca me afecto puesto que nunca los conocí y apenas tenia conciencia de que existían, incluyendo a mis padres, Ella murió cuando yo naci, nunca supe nada de ella puesto que el echo de solo mencionarla le provocaba una tremenda tristeza a mi padre, por eso  nunca pregunte más del tema, El nunca se encontraba en casa, estaba más preocupado por trabajar y conseguir mucho dinero para que a mi no me faltara nada y tuviera un lindo lugar en donde crecer, el único problema fue que se le olvido estar presente mientas sucedía.
 Vivo en la mansión Lazarus, es un lindo lugar lo acepto, amplio con muchas áreas verdes, el único problema es que sus únicos habitantes somos yo y el mayordomo Aice el es la única persona a la que me trabaría a llamar familia, el a estado para mi desde que tengo memoria, fue el único que recordó mi cumpleaños sin falta en ninguna ocasión, además de contenerme cuando murieron mis pobres. Es un dulce ancianito por así decirlo, más fuerte que un toro, un caminar pausado, cabellera platina con un bigote poco tupido de igual tonalidad, encorvado (seguramente por la edad) y una sonrisa siempre en sus labios, el a sido el mayordomo de la familia desde pequeño puesto que sus padres también lo fueron por lo tanto el creció aquí (este a sido su único hogar), le criaron con la ideas de darles a sus amos toda su devoción (ideas anticuada, pero asi le aprecio).
Aice es mi tutor legal puesto que aun no soy mayor de edad por el momento dependo totalmente de el, pero en algunos años heredare la mansión y las demás propiedades de las cuales eran acreedoras mi familia.
Me levanto de mi lecho y dispongo a tomar una ducha, aun son las 7 a.m   y en dos horas entro a clases. Al observarme en el espejo me percato de que bajo mis orbes ojos se encuentran unas prominentes ojeras, no e descansado últimamente, en realidad no e dormido por barios días a excepción de unas cuantas horas ocasionalmente, sufro de una enfermedad degenerativa neuronal desde que era pequeño. El medico me a dicho que esta enfermedad se caracterizaba por matar a sus victimas mientras estaban en la fase mas profunda del sueño no dejándolas despertar nunca mas además de provocar trastornos en las prioridades del cerebro (enfatiza la digestión, pero se olvida de respirar, cosas por el estilo). Por tal motivo evito lo mas posible el dormir, no quiero morir de una forma tan patética y triste. Por tal motivo nunca Salí de casa (padres sobre protectores, ustedes comprenden) y estudie en casa asta la secundaria pero la prepa la e empezado en una escuela publica por petición de Aice, el quiere que tenga amigos y sea un niño normal (si asta el piensa que soy anormal).
Ese reflejo es un constante tormento, un recuerdo de lo débil que soy y siempre fui, de lo eminente de lo que podría estar mi fin y del echo que  estoy completamente solo en mi destino. Ese reflejo me enfurece tanto que un impulso me evoca a destruirlo, con mi puño le propino un golpe que lo rompe en mil pedazos callendo bajos mis pies. El echo no se perpetuo sin consecuencia alguna, mi puño empapado en sangre e inportantes cortadas en el fueron el resultado de mi enojo descargado contra el espejo. Ese liquido carmesí corre imparable por mi piel…. Mi piel tan frágil que se quebranta cual conciencia débil, un sutil rasguño hace que se bañe en la culpa e impotencia, también en la resinación y la aceptación a ya tan mencionado acto.
Agudizo mi oído para averiguar si alguien estaba cerca como para poder escuchar al tan estruendoso espejo al ser destruido, al confirmar la negativa a esta incógnita continuo con lo mío. Camino hacia el baño para ducharme, me gusta bañarme con el agua a punto de congelamiento es divertido ver como mi cuerpo se desespera por enviar calor a todos los rincones de este y empieza a sufrir pequeños espasmos, tan importante es mantenerme con vida? JA, que ironía, este cuerpo inútil se esfuerza por enviar calor a mis extremidades y no morir de hipotermia pero es el que me a condenado a una jaula de oro de la cual no puedo salir, el me a condenado a una muerte casi poética; morir soñando, ahí quienes aseguran que la vida es un sueño y al despertar empiezas a morir, para mi es todo lo contrario. La naturaleza me a jugado una mala pasada.
Al salir de la ducha dirijo mi vista asía mi puño, las heridas ya han empezado a sanar, demasiado rápido para mi gusto, por lo que tomo un cristal del piso y corto mi antebrazo derecho desde la muñeca asta la coyuntura de mi codo una incisión limpia y profunda. Aunque duele no es para tanto, no vendo la herida ya que soy consiente de que sanara en unas horas.
me pongo el uniforme de el instituto, un pantalón negro con  zapatos de igual tono, una camisa blanca de manga larga y a botones, un chaleco negro de algodón, todo me quedaba algo suelto sin importar que fuera la talla mas pequeña a la venta. Alisto mis cosa para poder marcharme de una buena ves.
Al salir de mi habitación me topo con Aice, el me saluda con una sonrisa en su rostro pero con una clara preocupación en sus ojos , lo que me indica que probablemente allá escuchado el estruendo del cristal rompiéndose , el me conoce perfectamente y sin lugar a dudas puedo asegurar que supo de inmediato todo lo que paso dentro de esa habitación (después de todo no fue ni la primera ves que lo hago ni la ultima), yo lo noto y le dedico mi sonrisa mas sincera y tranquilizadora que poseía en mi repertorio el era la única persona capas de lograr que se la regalara (parece ser que ya esta un poco mas tranquilo). Son las 7:45 y ya me tengo que ir, sin decir nada me dirijo a la salida.
El instituto esta a 10 min en coche pero fiero caminar eso me da mas tiempo para mi y mis pensamientos recurrentes e incoherentes (recuerden que no e dormido en barios días) tardo 1 horas más o monos, pero eso es lo de menos ya que hay tiempo de sobra. Las calles esta bacías, solo las transitan algunos carros.
Sin darme cuenta ya me encuentro frente a las puertas del instituto. Bueno solo me queda resinarme, después de todo lo hago por Aice.
Ya estamos a mitad del año escolar pero se podría decir que es mi quinto dia de clases aunque el primero en este lugar ya que me han transferido a esta escuela por ciertos problemas de conducta en mi anterior instituto (el  más prestigioso de la ciudad en el cual no es importante si eres listo o no sino el que seas el más rico de la escuela y que todos los supieran…..odiaba ese lugar me repugna tanta prepotencia y egocentrismo)  Yo soy consiente de que el verdadero echo de mi expulsión es que le daba miedo a todos mis compañeros y aun más a los maestros, además de una acusación falsa de haber colocado una bomba en las instalación (jamás me pudieron probar nada), todos pensaban que era un enfermo psicópata con tendencias suicidas, JA quien lo diría, fue precisamente lo que el psiquiatra chismoso que me atendía me dijo antes de desaparecer misteriosamente (tampoco fui yo si eso es lo que están pensando ù_ú!).
Camino con paso constante por el patio, noto las miradas inquisitivas de los torceros; por que me observando e ese modo?, será por mi rostro pálido de tal manera que cualquiera podría llegar a pensar que nunca ningún rallo de sol a osado siquiera pensar en posarse sobre esta piel de porcelana y hacerla  suya, o por que pese a la lluvia de insultos vertidas por estos molestos pedazos de carne con vida que suele categorizarse como mis compañeros dedican incesantemente asía mi persona mi rostro sigue pasivo e inmutable, o podría se por las marcas rojas que quebrantan la pulcra blancura visión de la piel de mi cuello dando pauta a la suposición de que hubiese intentado ahorcarme en mi evitación en reiteradas ocasiones pero sin resultados favorables o desfavorables según el puto de vista de cada persona ( pero no… que ba, no creo que sea por nada de esto).
Entro a mi salón designado, no me fue muy difícil encontrarlo puesto que todas estas escuelas de gobierno fueron echas casi con los mismos planos. No ai nadie en el salón, lo que es normal, después de todo quien en su sano juicio estaría 15 minutos antes del toque para entrar a clases todos prefieren dedicarse al ocio y socializar en los pasillos actividad al parecer muy gratificante para algunos puesto que en ocasiones ellos mismos extienden estos pequeños intervalos ente toque y toque de la campana no entrando a clases. Suena el ya ten mencionado timbre y entran todos ruidosamente. Yo me siento estratégicamente asta atrás de la clase justo al lado de una ventana pero lo suficientemente lejos de esta para cuando el impiadoso solo ose cruzar el templado cristal no toque mi piel pero lo suficientemente cerca para poder ver atreves de esta y despejar un poco mi mente cuando sea necesario. 
Entra un profesor de tes palida, ojos profundamente oscuros al igual que su cabello un poco largo y lacio, alto, si saber mucho de el ya puedo desir que parece ser el clásico educador serio pero muy fastidioso, de esos que se quieres meter en tu vida de alguna u otra manera, que intentar acercarse a ti argumentando iniciar una amistad pero solo quieren psicoanalizarte.
-Bien parece que tenemos un alumno nuevo-mira hacia mi- levántate y sinos tu nombre, apellido, de donde vienes, que estudiaras y metas en la vida.
Zero lazarus, preparatoria licarios, nada y nada.
-bien mi nombre es roald Dahl bienvenido a la clase de psicología y te are algunas preguntas las cuales quiero que respondas con total sinceridad, sino… te expulsare puesto que también soy el director…-
Pero balla forma de presentarse tiene este sujeto. Si su cometido fue el de intimidarme pues no lo a logrado, desido dejar que siga ablando para ver que mas tiene que decirme.    
-si no mal recuerdo la preparatoria es la mes prestigiosas de todo el país, por que as venido a aquí?
- me expulsaron…- yo sabia claramente que este sujeto ya sabia los motivos de mi presencia en este lugar, después de todo el era le director y tenia en su poder mi expediente y notas medicas, por lo que me atrevo a secir que su verdadero cometido es ver y analizar cada una de mis respuestas y reacciones para poder asi hacer su propio perfil psicológico de mi persona por una primera impresión- … y le ahorrare saliva, me expulsaron por tratar de explotar la escuela con los alumnos dentro… incluyéndome- digo esto sin mas ni mas, sin ninguna expresión en mi rostro frio justo igual que al empezar esta conversación aburrida, analizo el de mis compañeros estos me dicen mas que sus palabras las cuales cesaron al escuchar esto ultimo.
-enfermo- susurro el profesor por lo bajo, pero lo e escuchado perfectamente.
-oh por favor no me alague- digo con burla mal disimulada, echo que provoco que frunciera el seño el profesor. casi de inmediato entro una llamada en su celular provocando que se acabara nuestra pequeña charla al salir este por la puerta del lugar.
-bueno, nada interesante, siéntate en tu lugar- segundos después desapareció por el pasillo.
Me dispongo a sentarme, pero algien me quita la silla y caigo al suelo, se que pude evitarlo, incluso todos lo notaron, pero me deje caer, puesto que su cometido era ese y no los iba a detener.
Me levanto, se que mi brazo está sangrando, lo oculto bajo mi suéter…me siento…me dedico a continuar a seguir con lo mío escribiendo en mi cuaderno algunas notas del pisaron, pero unas sombras frente mío me lo impiden.
-hey tu!! El idiota transferido de licarios- sin mas me dedico a ignorarlos ya que nada de lo que digan me puede afectar.
-hey basura a ti te están ablando- grita una niña difícil de saber su verdadero genero a primera vista ya que carece de senos y feminidad, yo lo e deducido por el tono agudo de su voz pero dudo que pocos puedan decirlo a la primera.
Siento que me toman por la camisa y me arrojan al suelo, mas no me inmuto ni me lebanto, para que hacerlo si de todas formas me tiraran de nuevo.   
 - que, no te levantas?- dice un azabache- pero que inútil persona…. Deberías morir, asi nos arias felices a todos….- sus palabras son fuertes pero no denotan firmeza ni convicción, lo noto de inmediato.
- oh entonces tendré que adelantar mi intento de suicidio rutinario- susurro mirándole directamente a los ojos.
-imbécil- me patea en el estomago, el dolor no es muy fuerte, nada que no pueda soportar, desido seguir el juego.
-enamórame con tus palabras verdugo mio- digo esto arrastrándome a gatas frente a el, sigo buscándole, no me importa si osa volver a golpearme de nuevo.
-Que asco- sige pateándome pero ahora se le une  un pelirojo y otro azabache pelicorto, noto su titubeo al principio, esto me indica que sus actos mas que impulsivos son premeritados y contra sus deseos.
-tus padres debieron de aber tratado de abortarte, pero salió tremendamente mal y tu fuiste el asqueroso resultado- palabras agrias en un rostro inecpresivo por parte del azabache pelicorto.
Escuchaba la risa de los demás espectadores, bueno era lo único que necesitaba…
Sin mas me levanto muy decidido a llevar esto al siguiente nivel, les dedico una sonrisa calida a todos mis espectadores, tantos años de fingir sonrisas ya me e vuelto en un experto en eso, choqueando a todos momentáneamente.
-veo que ven el pasado- les digo fingiendo sorpresa- como ya an de saber, es verdad, tan poca cosa debería de no existir-sonrió mirando al pelinegro, el solo baja la mirada- y mi madre si quiso abortarme ya que era una prostituta, pero salió mal, esto la deprimió y a los pocos días se suicido jajaja- el pelirojo miro a su izquierda- si te hace tan feliz, mátame- dije neutral, las risas se apagaron, las miradas están fijas en mi, bueno después de todo no me consta de que todo lo que resien he dicho sea del todo la verdad, pero después lo averiguo.
-NO…yo…esto es solo la….- no lo deje continuar ya sabia lo que iba a decir, y bueno , la verdad es que me estoy dividiendo mucho con estos mocosos, tomo su mano y la pongo en mi cuello-NO…-
-mátame… un aborto poca cosa como yo se sentiría honrado de que este asiese feliz a los queridos hijos deseados como ustedes al desaparecer de esta vida a manos de uno de ellos…- mi rostro sige frio e inexpresivo lo cual le pone un toque mas cruel a casa una de mis palabras.
El azabache suelta mi cuello, baja la mirada con cierto remordimiento, pasa mas o menos lo mismo con cada uno de las personas en esa habitación. Sé que lo más seguro es que a cada uno de ellos les debieron de decir lo mismo tiempo atrás, despreciados por otras personas, probablemente ignorados por las personas en mas de una ocasión por sus pobres. Pero esta no es la solución y el revivís sus heridas infantiles en crueles novatadas  no era la mejor opción.
-si a ti te dicen perra, decirle perra a otra persona no te ara sentir mejor- mas que un reproche de mi parte esto fue una aclaración. Pero no e podido retener mas mi sangre. Siento como mi garganta se llena de cierto líquido carmesí de cual no soy del todo ajeno a su sabor me inpide respirar y contenerlo dentro al mismo tiempo.-…mierda…- no se me permite decir nada mas que esto, bocanadas de sangre y diario salen por mi boca, todos gritan aterrorizados ( creo que me e olvidado mencionar que además de dañar mi antebrazo me pareció interesante comer algunos cristales para variar un poco la rutina, por esto mismo no e almorzado nada ya que soy consciente de que en cualquier momento volveré el estomago). Ya me lo esperaba pero eso no quita el echo de es una sensación muy desagradable pero hipnotizarte, el sentir el sabor de la sangre en cada papila gustativa que poseía y después ser flagelada por algunas puntas afiladas de los pequeños pedazos de cristal haciendo brotar mas sangre….suculento y poético jajaja.
Solo pasaron 5 minutos y e terminado de devolver todo en el lavabo del baño al final del pasillo por la que minutos antes el profesor avía desaparecido. Afuera me esperaban el pelirojo y los dos azabaches, se an presentado con migo al decirme sus nombres y se disculparon tan enérgicamente y con toque de agobio que no importaba cuantas veces les dijiera que todo estaba bien ellos no dejaban de hacerlo…. Pero que fastidiosos. Por fin e logrado que se callen y me dejen empas, asi que retomo mi camino asía el salón.
-que por que me miran asi?- digo cuando después de dar unos pasos siento las miradas de mis “salvadores”
-por…por que as empezado a sangrar…no te golpeamos tan fuerte o si? Perdón… perdón.. perdón-inseguro de preguntar el pelirojo y con temor a la respuesta puesto que todo indicaba que yo avía tragado esos vidrios.
-además porque tu brazo está sangrando? - dijo al notar por primera ves mi antebrazo lleno de sangre pero con ninguna herida visible
-acaso tu as…- al parecer este es el mas perspectivo de los tres
Nuevamente lo corto ya que su hablar increíblemente lento me exaspera- hoy trague vidrios- dije como si fuera de lo mas normal del mundo- como ya lo dije antes, intento de suicidio rutinario- mentí, yo sabía que lo del vomito ensangrentado y lleno de pedazos de vidrios no fue por tratar de suicidarme pero con esta respuesta podría evitarme otro tipo de preguntas las cuales no quisiera responder.
Ellos notaron lo incomode del asunto y decidieron regresar a clases adelantándose. Seguí caminando muy lento detrás de esos des pero el azabache me seguía muy de cerca, el pelirojo y pelicortno nos esperaban en la puerta del salón para pedir permiso todos juntos aumentando nuestras probabilidades de que nos dejaran pasar.
-podemos pasar profesor  roald Dahl?- dijeron los tres al unisonó, yo justo detrás de ellos aproveche su momentánea distracción para escabullirme por el pasillo y no entrar a clases de nuevo, después de todo ya eran las 8:55 y estaba a punto de acabarse el segundo periodo para empezar un pequeño receso de 15 minutos.
 CONTINUARA....

jueves, 14 de abril de 2011

me conoses en realidad?

Detrás de un cristal
Fría caja de metal
No puedo escuchar
No puedo gritar
Detrás de un cristal
Nadie me puede admirar
Mi rostro desconocido es
Detrás de este cristal
Fría caja de metal
Quiero llorar
No puedo respirar
Detrás de este cristal
Nadie me puede consolar
Te puedo hablar
Pero mi voz débil es
Un susurro que se queda en eso
Un susurro que muere en el intento
Mi vida escrita
Mi vida leída
Pero acaso importa
Alguien me conoce en realidad?
No lo creo…. No en verdad
Si desaparezco…. Quien lo notara?
Y en mi velorio… quien hablara?
Nadie me conoce realmente
Nadie sabe que ai en mi mente
Solo ustedes mis amigos detrás del cristal
Que triste es mi realidad
Los únicos que llorarían no lo  son en realidad
Este cristal se opaca
Este cristal se quebranta
No los puedo ver…
O quizás nunca estuvieron detrás?
Que mas da
Ni voz ya no esta
Mi mente me a dejado
Y mi conciencia empieza a zozobrar
Quizás deba dormir
Dormir y nunca despertar
Aquí o allá…. Nadie lo notara